Un cambio inesperado

Un cambio inesperado

POR JESÚS MANJÓN IBÁÑEZ

Así lo definiríamos si nos situáramos en el mes de julio: el Atletico de Madrid fichaba a Sergio Asenjo, procedente del Real Valladolid y con un futuro más que prometedor debajo del brazo. Llegaba como el mejor portero de España en las categorías inferiores, avalado por unas temporadas magníficas bajo la portería pucelana, donde se había convertido en un auténtico ídolo para la afición blanquivioleta. Nadie tenía dudas de su titularidad, ya que el Atleti había vendido a su portero titular, Leo Franco, al Fenerbahçe turco. Sus primeros partidos con el equipo rojiblanco fueron muy buenos, con grandes paradas que ilusionaron a los aficionados colchoneros, pero esta sensación duró lo mismo que tardó en comenzar la Liga. Sus posteriores partidos fueron muy irregulares, se mostró inseguro, nervioso, aunque, también es verdad, acompañado por una defensa que fue un auténtico coladero para los rivales y que, a la mínima, sufría un roto dificil de subsanar. La culpa no era de Asenjo, pero tampoco convencía a la afición, sin embargo era titular indiscutible independientemente de cómo actuara bajo los palos, puesto que el segundo portero era Roberto, que no parecía, ni de lejos, que le pudiera hacer sombra.

No obstante, casualidades de la vida, apareció David de Gea, portero del filial, tercero en el escalafón de la portería colchonera, quien asumió la responsabilidad, con sus 19 años recien cumplidos, de ponerse debajo de una portería tan exigente y dura como es la del Atleti. Es verdad que fue por la lesión de los dos porteros que le precedían, Asenjo y Roberto, pero el chaval en los pocos partidos que jugó demostró que es alguien especial, un porterazo. Seguridad, agilidad y una gran mentalidad son algunas de las características que demostró en estas apariciones y que le hicieron quedar como segundo portero, arrebatando el puesto a Roberto. Asenjo se recuperó y volvió a la titularidad. Más de lo mísmo. En Liga alternaba buenas actuaciones con actuaciones más que mediocres, pero en la Copa, De Gea titular, partidazo ante el Celta en el Calderón, con manos salvadoras de película, y titular en la Liga en los partidos contra el Getafe, donde fue el mejor de su equipo, otra vez; y contra el Málaga, el pasado domingo. Parece que ha arrebatado el puesto a Asenjo pero esto trae un gran problema.

En mi opinión, un equipo debe contar con dos porteros que sepan su situación dentro de la plantilla, es decir, uno de ellos tiene que saber que es titular y, el otro, debe saber que es suplente, éste tiene que aceptar su puesto y actuar sólo cuando se le necesite, eso sí, siempre preparado para jugar en cualquier momento. Uno de los ejemplos que hay es: Casillas y Dudek o Palop y Javi Varas, entre otros. El gran problema que tiene el Atleti es que estos dos porteros no saben su puesto, ya que, por sus cualidades, no hay un titular y un suplente, son los dos tan buenos que pueden jugar los dos cualquier partido, sin distinción alguna. Y si juega uno, cortará la proyección del otro, y viceversa. Por tanto, creo que al año que viene la directiva del conjunto rojiblanco debe decidirse por uno de los dos y al otro traspasarlo. Así no se cortará la progresión de ninguno y jugarán los dos, pero evaluando las cualidades de estos dos cracks... ¿a quién deben traspasar? he ahí la cuestión.