Vacas flacas en Sevilla


POR ROBERTO GÓMEZ QUIRÓS

Parece que no está el horno para bollos en la capital hispalense. Si el equipo verdiblanco atravesaba un mal momento en los despachos, además del descenso a segunda división hará dos años, ahora parece que el que atraviesa por un mal momento deportivo es el Sevilla.

El equipo del señor del sombrero parece que se ha puesto últimamente objetivos muy altos, y ahora la Europa League para un equipo como el Sevilla se les antoja como si de un premio de poca monta se tratase. Quizá el Sevilla no está sabiendo saborear el valor de los títulos y se autoexigen un rendimiento, que si bien sus jugadores pueden lograrlo, porque tienen plantilla para ello, puede que no sea un delito tan grave el alcanzar la antigua Uefa. Ya vemos como equipos como el Valencia, Atlético de Madrid, etc... siempre buscan la temporada de su aumento de status, y piensan en ser el artífice que rompa el bipartidismo de esta liga, cuando deberían pensar en repetir al menos clasificación europea, que está muy cara.

No estoy hablando de conformarse, y de quedarse agusto siendo toda la vida un buen equipo pero que no llegue a más que copas del rey y uefas. Pero hablo de tener los pies en el suelo, que es lo que parece que el Sevilla no ha sabido tener. Y desde ese autoexigimiento del que hablaba, han empezado a surgir los problemas. Empezando por destituir a un entrenador, Manolo Jiménez, que si bien no tenía el apoyo del total de la afición sevillista, marchaba con el equipo cuarto en la tabla, clasificado para la final de copa del rey si no creo recordar mal, y que fue eliminado en cuartos de Champions.

La pregunta es: ¿es suficiente eso para el Sevilla? Yo creo que sí, al menos de momento. Este verano no creo que se hayan hecho las cosas del todo bien, aunque ha habido buenos fichajes como Guarente, o los dos últimos centrales en el lugar que ocupaba Squillaci. Pero el mantener a un entrenador que ha venido de parche, y que no parece ser el adecuado del todo y gozar de toda confianza, es malo. Ya lo hemos visto miles de veces, sobre todo se me viene a la cabeza el caso de Abel Resino con el Atleti de Madrid, y por contra, el de Lillo con el Almería, pero estos casos últimos suelen ser los menores.

Ahora pasa lo que pasa: eliminados en previa por el Sporting de Braga y condenados a la Europa League y lo que supone no jugar Champions en concepto de ingresos; un equipo que empieza con una pata coja y con un entrenador en la cuerda floja a estas alturas...

Y lo que puede ser peor, a Luisfa le ha salido mal la jugada de no irse al Olympique de Marsella, y se ha quedado a dos velas sin Champions, y ahora en el banquillo...
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