martes, 16 de marzo de 2010

Un rojiblanco en Inglaterra


POR JESÚS MANJÓN IBÁÑEZ

Desde que comenzó este magnífico blog he querido hacer un artículo sobre el niño que se hizo hombre, y que, por el camino, se ganó el corazón de los seguidores colchoneros, donde siempre tendrá un sitio especial. Éste no es otro que Fernando José Torres Sanz. Nacido en Fuenlabrada un 20 de Marzo de 1984. Aquel día nació una estrella. Desde pequeño formó parte de la cantera del Atlético de Madrid, cosechando éxitos por doquier. Pero, donde realmente se dio a conocer, fue en las categorías inferiores de la Selección Española, logrando trofeos colectivos e individuales, como mejor jugador sub-16 y sub-19 de la UEFA.


Con 18 años su sueño se hacía realidad. Por fin debutaba en el Calderón contra el Leganés, la siguiente semana marcaba su primer gol en Albacete. Desde entonces jugadas inverosímiles, goles, partidos, campañas publicitarias, prensa, críticas, temporadas. Todo fue a un ritmo vertiginoso, hasta convertirse en el ídolo de la afición y capitán del equipo. Quizá era muy precipitado que un niño ostentara toda la responsabilidad del tercer equipo de la historia de España. Pero se encargó de subir y mantener al Atleti en primera, prácticamente él solo, en la peor época del conjunto rojiblanco de la historia. Fuera de los terrenos de juego logró que muchos niños se hicieran colchoneros gracias a él. Siempre humilde, sin olvidar su pasado y con una madurez inusitada, es un profesional de los pies a la cabeza.


Le llegó la hora de partir al futbol inglés. Con los ojos llorosos, el corazón en un puño, y en una rueda de prensa tan multitudinaria como emocionante se despidió. El equipo elegido para triunfar era el Liverpool. Como los grandes jugadores, no tardó en aclimatarse. Se estrenó contra el Chelsea. Solo fue el principio de algo histórico, puesto que fue nombrado el mejor jugador del año "Northwest Awards" de la Premier y tercero en FIFA World Player, al igual que en el Balón de Oro.


Pero el mejor momento de su vida estaba por llegar: final de la Eurocopa, balón al espacio de Xavi. Parecía que sería un balón más, pero no, era el balón con mayúsculas. Torres, con más fe que cabeza, empujado por los corazones de todos los españoles, luchó hasta el final adelantando a Lahm en una carrera agónica pero histórica. Luego levantó el esférico ante Lehman con la facilidad de un crack y gol. 1-0. España se convertía en campeón de la Eurocopa. En la celebración, apareció con una bandera del Atleti. Esta temporada, a pesar de las lesiones, está mostrando un nivel espectacular. La prueba más exacta es el partidazo que realizó ayer: metió dos goles, el ultimo de bella factura, y dejó para la galería un taconazo espectacular que remató Aquilani al fondo de las redes. Lo dicho, es uno de los mejores delanteros del mundo y, con sus 25 años, le queda mucho por aprender y por ganar. No tiene techo.

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