jueves, 15 de abril de 2010

Una de cal y otra de arena en el Manzanares



POR JESÚS MANJÓN IBÁÑEZ


Así es el Atleti, un día gana al Barça y el otro pierde contra el colista. No hay punto intermedio. Es todo o nada. El jueves pasó a las semifinales de UEFA en un partido tan intenso como dramático, que acabó en fiesta; y el domingo cayó estrepitosamente a manos del Espanyol. Era previsible. El cansancio se acumula en las piernas de los jugadores rojiblancos como una carga muy pesada para una plantilla demasiado corta, con trece o catorce jugadores válidos para formar en el once inicial. Siendo también el equipo que más partidos oficiales ha disputado esta temporada, cincuenta y tres en total.

En partidos como el acontecido en Cornellà-El Prat, al equipo solo le sostienen las paradas de De Gea, la clase de Tiago, y las apariciones con cuenta gotas de los hombres de arriba: Kun, Forlán, Reyes, y poco más. Analizando el panorama, en la Liga hay que dar minutos a los eternos suplentes, jugadores como Pernía, Pablo, Raúl García, etc. Además de contar con jugadores del Atletico B como Borja Bastón y Keko, entre otros.Ellos pueden mantener la ilusión en la Liga y darán el descanso necesario a un equipo fatigado.
Lo que realmente puede convertir esta temporada en histórica es el ansiado doblete.

Ni los más optimistas imaginaban un final de temporada así. Después del inicio de Liga tan penoso, llego Quique. Y ahora la parroquia colchonera sueña con ganar la Copa contra un rival que no despierta precisamente simpatías en la Ribera del Manzanares, el Sevilla; y amargar la vuelta al Calderón del niño Torres. Las emociones más fuertes se asoman en el horizonte y hay que estar preparados mental y físicamente. El doblete es difícil, muy difícil. Pero no imposible.

1 comentarios:

Arsenio Fernández de Mesa Sicre dijo...

Ay, Jesús. Menos mal que están guardados los comentarios en este blog, cuando criticabas que Quique no sacase a los mejores. Yo te decía que hacía bien en reservarlos para los partidos importantes. Veo que con el tiempo me has dado la razón.

16 de abril de 2010, 23:13